Hoy quiero compartir con ustedes un poco sobre un ser maravilloso que Dios mandó a esta tierra para que nosotros le llamáramos padre su nombre es Julio Reyes Cardoza Torres y la siguiente narrativa es en su memoria. Mi padre nació en una pequeña comunidad llamada las peñas en el municipio de la reina jurisdicción del departamento de chalatengo en El salvador un 6 de enero de 1953, creció junto a sus padres y hermanos laborando en el campo desde una edad muy corta siendo el parte del soporte familiar llevando el sustento a su familia.
En 1978 contrajo matrimonio con Rosa Elia Villanueva; quien siempre había captado su atención el recordaba esos días de noviazgo como inolvidables porque ella era el amor de su vida con quien había decidido formar una familia y envejecer juntos; a sus 26 años en 1979 tuvo la alegría de ser padre por primera vez; vino a este mundo Wilfredo Cardoza su primer hijo fruto de ese eterno amor en 1982 nació su primera princesa o sea yo Aracely Cardoza , quien les narra parte de esta historia y que ahora se siente eternamente agradecida con Dios por haberme dado la oportunidad de llamar papá a Julito como lo llamaban sus amigos cercanos o el hermano Julio para los de la iglesia.
En 1985 llega a este mundo Adalberto Cardoza quien se encargó de traer la alegría y la felicidad al corazoncito de papá compartiendo gratos momentos inolvidables diría yo colmados de amor y de complicidad ; por último en 1987 nace Beatriz Cardoza la última de todos sus hijos y la que siempre despertó ese lado protector que todo padre amoroso posee…
En el año 2000 mi padre inmigró a los Estados unidos en un intento de proveer un mejor futuro y calidad de vida para nosotros. Poco a poco nos fue juntando junto a él y a mi madre desde el año 2004 hasta el 2010, cuando por fin estábamos completos juntos otra vez disfrutando de reuniones y momentos inolvidables junto a toda su familia y ahora con muchos nietos, amistades de afuera y de nuestra iglesia convivíamos en armonía con ese amor que solo podía venir de parte de Dios; porque durante su paso por esta tierra mi padre nos enseñó que primero se debe amar a Dios para poder amar después al prójimo y a la familia porque Dios es el centro de todo y todo proviene de él por la gracia de él y bajo estos principios toda vida llevará un rumbo favorable.
En el 2018 mi padre fue diagnosticado con fibrosis pulmonar fue una batalla muy reñida demasiado dura con esa enfermedad que progresaba a pasos agigantados sin dar tregua donde las armas de mi padre siempre fueron la fe la confianza y la fortaleza en Dios; el confiaba plenamente en nuestro Señor Jesucristo y tenía la certeza de saber que si un día partía lo haría de la mano del Dios altísimo porque confiaba en él y en sus promesas…. Promesas de vida y no de muerte de salud y no de enfermedad con la promesa de saber que èl no es un Dios de muertos sino de vivos Mateo22;32 y que en el descansaría por la eternidad confiando que él lo levantará de entre los muertos prontamente para vivir eternamente junto al creador…. Así mismo el motivo de escribir esta crónica no es solo para contarles sobre la vida pasada de mi padre sino para animarles a seguir adelante a continuar con la lucha dentro de esta carne para alentar a los familiares y amigos que al igual que nosotros ahora pasan por el proceso de decir quizá no adiós sino hasta pronto a un ser amado como lo es mi padre o aún amigo cercano quiero que sepas que no estás solo porque Dios siempre estará contigo su espíritu te acompañará de día y de noche el nunca se apartará de tu lado pues a sus ángeles mandará cerca de ti para que te guarden en todos tus caminos solo necesitamos confiar en Dios y en sus promesas al igual que lo hizo mi padre quien ahora goza en presencia del Señor. Porque escrito está para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia Filipenses 1;21 .
Ahora bien mi corazón el de mi madre y el de mis hermanos está tranquilo en paz; confiado de saber que el está bien y que venció la muerte en Cristo y que ahora puede correr, cantar y glorificar su nombre también nos consuela el saber que un día no muy lejano estaremos juntos nuevamente en familia glorificado el nombre poderoso de Jesús así mismo me complace saber que mi padre a peleado la buena batalla a acabado su carrera y guardado su fe; por lo demás le está guardada la corona de justicia la cual le dará el Señor al que le damos gracias infinitas por haber mandado a esta tierra un ángel que se encargó de iluminar nuestras vidas y nos colmó de su amor y nos enseñó que todo lo podemos lograr en Cristo que nos fortalece y que solo perseverando en su camino siendo valientes lograremos arrebatar el reino de Dios… el camino es largo por recorrer la lucha es fuerte pero con Dios por delante somos más que vencedores que Dios te bendiga…